en una plazoleta
cinco poetas hacen correr
un Dadá
que uno de ellos escondió
bajo su raído impermeable
frente a la góndola de un almacén.
el dueño lo vio
los conoce
pero no dio la alarma
los aprecia
él también en su juventud
quiso escribir algo.
el empedrado de la diagonal sarmiento
pasa justo frente a sus narices,
si están aburridos no lo saben
hablan de Mallarmé
y de Huidobro
discuten acaloradamente de Tuñón.
el tiempo es un bisturí hipocorístico.
dice uno de ellos y se muerde el labio.
el más joven de los cinco
enciende un cigarrillo
exhala el humo marciano
y se va.
nada en su corazón una pica.
puro invierno.
pura fábula corren.
desde un barroco balcón
un niño mira la escena
que lo tiene, en verdad, sin cuidado.
su madre lo llama desde la cocina.
eso ha sido todo por este lado del siglo.
alguien apaga un televisor
que tiene sobre sí
una pecera enmohecida.
la ciudad va cerrándose y los aplausos/

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