los poetas por azar o mucho trabajo
consiguen garabatear un poema publicable
lo custodian
le ponen dos o tres críticos de escolta
lo llevan en camiones blindados
lo celan de la esposa y de los hijos
golpean el hocico del perro si éste se acerca.

porque saben que el poema es ya una cosa 
fuera de lugar

a no ser alguien muy muy joven
a no ser que un niño o niña que todavía
no ha memorizado el alfabeto
la poesía es un hecho lamentable.
anfitriona de pepinos
abeja bruta de lugares comunes.

habrá que escribirla entonces sobre el cuero
tibio de la placenta a la poesía,
a la poesía moloch nuestros hijos
nuestra salud
nuestro seguro empleo y los pocos amigos fieles.

detrás de cada desencanto.
ella, pestañas. 

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