una tarde
cuando salí a caminar
me encontré en una esquina
un árbol
dije "qué suerte, ahora es mío"
lo hice chiquitito
lo guardé en mi bolsillo trasero
y fui corriendo a mi morada
cerré puertas
cerré ventanas
puse sobre la mesa el árbol
estaba tan pequeño que debí consultarlo con una lupa
no hay problema, me dije
lo riego y listo
así lo hice
el árbol creció y creció hasta tocar el cielorraso
y yo que no tenía con quién charlar
tuve árbol de amigo
saqué un par de cerámicos y allí lo planté
ahora sigue creciendo
agujereó el techo, pasó a los otros árboles
yo lo subo a diario para mirar el río
desde sus ramas/
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