acá no hay sino entes de fantasía,
árboles y pájaros de fantasía,
un interminable camino de piedras y yuyos
que
a sus costados
liberan flores y en sus flores insectos
todo de fantasía.
el aire que acá se respira no existe
como no existen mis manos ni la sombra de mis manos
ni la fatiga del diario pulular de mis ojos.
acá cada tanto una llovizna
una nieve
una ventisca
el plomo invertebrado del rocío monótono.
nada más, a veces, solo a veces una voz
y en esa voz una palabra, solo una, que
se repite y no comprendo y digo
cómo
pregunto qué
y la voz repite una y otra vez la palabra
y yo
no comprendo/



No hay comentarios:

Publicar un comentario