en Tolosa hay una vieja estación ferroviaria
fundada por los ingleses
el tren que viene de La Plata se detiene a veces para
que suban las gentes
y las gentes suben
las gentes meten dentro de ese animal metálico
esa ouroboro azteca sus cajones de verdura
sus bolsas con naranjas
sus niños que vienen moqueando desde el otro lado del
arroyo y suben también sus sombras
sombras encorvadas de andar buscándole la vuelta a la vida
y el trencito sigue después hasta Constitución
que es algo así como el corazón de la pobreza
algo así como la vergüenza de Dios
ahí la gente se vende por un poco de azúcar
ahí las cámaras de la televisión no llegan nunca
a la provincia más rica de todas le alcanza y le sobra
con mandar cámaras de seguridad y mucha policía
por si acaso a algún negro se le ocurre arrimar la nariz
donde no se debe
pero como siempre
me fui de tema
decía que en Tolosa hay una vieja estación ferroviaria
y allí hay un banco de cemento
y en el banco de cemento siempre hay un hombre
y en ese hombre debe haber un sueño
que quizá sea el sueño
de todos los hombres/