puedo renunciar a la poesía.
he vivido la mitad de mi vida sin ella
podré soportar los avatares
de los próximos mil años sin ella
puedo beber agua sin pensar en la poesía
mírenme beber agua sin pensar en la poesía!
puedo arreglar motores de un Boing 45 sin machucarme los dedos.
puedo dar clases aceptables de lengua y literatura sin asesinar ningún colegial.
puedo quitarle de la boca a una dama el cigarrillo sin ofenderla.
cómo no habría de poder vivir mi vida terrena sin la poesía!
claro que no serán iguales los amaneceres pero no importa
mis huesos deberán irse acostumbrando
despojado de todo andaré por las góndolas de los supermercados
con la primitiva postura del cazador de mamuts/