a que beban y coman de mí los helmintos
a que sacien en mí
los ancestrales hambres del gusanillo
yo volveré a la tierra
buscaré con mis manos los restos de mi padre
lo abrazaré de nuevo
le besaré las polvorientas mejillas
le contaré sin llanto alguno
los pormenores y pormayores del mundo
yo volveré a la tierra
daré de sustos a los amantes que se entregan
al placer carnal sobre las lápidas
de los pobres difuntos
que sufren estériles erecciones
sin poder siquiera conciliar el sueño
yo volveré a la tierra
no llevaré libro alguno conmigo
pues considero que ya he leído lo suficiente
como para saber que Cerbero tiene tres cabezas
y que allí no debo sentarme sobre ninguna piedra
ni tocar objeto alguno
yo volveré feliz a la tierra/
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