Juan cerró los ojos
pensó por última o por primera vez en esa mariposa
a la que llamaba Andrea
como podría haberla llamado Luna
o Piedra
o el menos tolerable sustantivo Mujer
dadas las consecuencias e inundaciones
en que se hallaba su alma a la que
por otro lado
llamaba con el ilustrativo nombre de aljibe,
pero Juan cerró los ojos
y dijo en voz alta (en voz baja es imposible
decir algo acerca del amor)
dijo algo así como que
tal vez entonces el amor esté sometido
a un avaro determinismo
del que solo se evade por una fuerte disciplina del cuerpo
o lisa y llanamente por un milagro.
lo cierto es que Juan cerró los ojos suspirando
pensando por última vez o por primera vez
nunca se sabe
pensando el rostro humano del sustantivo mujer que
para ese entonces ya le estaba haciendo roturas
en la parte inferior del aljibe/

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