alambrados de la cancha de
Ferrocarril Oeste/ y eso supura la manteca.
nueve mil ochocientos setenta con cuarenta centavos.
y el helicóptero estacionaba en plena autopista
para cargar al muerto, cargarlo en el sentido de
llevárselo volando al cielo
no en el otro sentido de burlarse de él
porque
en definitiva si la Mostaza Muerte vino a por él
aunque no le hubiese dado ni el correo de voz
ni la correa de atar las mantis venenosas del Brasil
no embromemos
la Mostaza Muerte se lo hubiera llevado igual
cuando dijiste igual comprendí el de todos modos o qué.
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