cuesta concentrarse en la poesía
cuando el alma y la carne están dispersas
cuando tanta mariposa termina jodiendo el paisaje
cuando ataron con limones la boca del mediodía
y hasta una mueca de perro se nos va de la mano
cuesta, sinceramente, concentrarse en el poema
hago diez horas diarias de abdominales
trabajo triceps
biceps
espalda
nuca
piernas, muslos, glúteos, trabajo todo mi cuerpo
por eso es que suspiran por mí cuando atravieso
una obra en construcción
o entro a una gomería a preguntar el precio del café,
santos cielos de Jerusalem!
cuesta tanto concentrarse en la poesía cuando hay
en la televisión tantos programas que a uno lo
tornan esquizofrénico y ampuloso y bigotudo como un bagre
pero nada de eso importa porque la poesía puja
puja empuja puja empuja puja hasta que te abre un
orificio en cualquier lugar del cuerpo y asoma su blanca
y sucia cabeza, le guiña un ojo a la Serpiente de sexo negro
y si te he visto no me acuerdo y si me acuerdo no interesa/

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