recuerdo que no hace demasiados siglos
hubo un hombre de cuerpo delgado y alto,
de ojos como de pez, de alma como ballena,
con una panza navideña que lo obligaba
a desandar los últimos dos botones de sus
camisas, pantalón de vestir, pelo hacia atrás
manos como de inventor de puentes levadizos,
recuerdo que no hace demasiados siglos
ese hombre fue mi padre, lo recuerdo porque
caminaba igual que yo, casi inclinado
de pera al piso, con los brazos colgándole a
los costados, como una torre a punto de
venirse a pique, recuerdo que le decían Pochi
con P de pulpo, jugaba conmigo a los dados,
y era hermoso y tomaba vino y amaba a mi madre
y fumaba cigarros y cuando se enojaba
parecía una criatura que uno debía hacer reír/

No hay comentarios:

Publicar un comentario