resulta que las cosas de las palabras
nunca eran las palabras de las cosas
que si ella decía lluvia no llovía
que si decía música silencio
que si sonreía algún pájaro se largaba a llorar,
en su mundo del revés
el cienpiés puede volar
y una flauta estornudar
y podemos ver un pez jugando Black Jack
con un cigarro en los labios,
era hermosa por donde se la mirase
lástima que sus palabras de las cosas
nunca coincidían con las cosas de las palabras/

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