recuerdo todavía
los días previos a encontrarte
yo llevaba pegada al cuerpo
una camisa gris y una boina de lana
un cigarrillo inacabable en los labios
una billetera vacía
y una mochila siempre cargada con libros
todo eso no ha cambiado demasiado
no ha cambiado nada en realidad
siempre me preocupó más mi biblioteca que mi armario
te habré gustado así
desprolijo, echando pájaros por la boca
hablando de los caudillos del siglo diecinueve
o de la Revolución de Amaru
o de la alegría inconmensurable de leer a Gelman
o vaya a saber qué suerte me habrá tocado
para que entre tanto mundo elijas este 
pequeño país que soy
que tiene una economía agraria
y que no cuenta con estaciones de trenes
ni líneas de subte
ni cables de teléfono
qué habrás encontrado en este
pequeño país que soy
para querer venirte casi desnuda
a lavarme los ojos
a darme amor como vasitos de agua/

No hay comentarios:

Publicar un comentario