quiero decir que esta tarde
los techos de las casas andan tristes
que los cines proyectan películas
que hacen llorar de pena a las bucatas
que la sola luz de una lámpara
no hace el día
ni menos aún hace el olvido de la memoria
ni la comunión de la boca con el gesto de la risa
hoy
mejor dicho
esta tarde tienen presteza de suicidas los automóviles
y si una vieja canción es silbada
en el altoparlante de un pájaro
el alma de los botones, de los pestillos y de las orugas
se secarán de pronto como la boca de un ahogado
yo no proclamo la tristeza ni la alegría
quiero que todo el mundo ande feliz en su rosario
que rían hasta quedarse blancos de susto los albañiles
que vociferen el nombre de la que aman los bachilleres
que me dejen esta tarde
solamente esta tarde
hasta que se abra como una nuez el crepúsculo
que se me otorgue una simple licencia para estar triste
no la tristeza del condenado al hambre o a la muerte
si es que no son la misma cosa,
no la tristeza del burgués frente a los escaparates
de las joyerías, la tristeza del pájaro que mira la rama
que mira la rama donde ha crecido
mientras se le hinchan los ojos de tanto cielo/

No hay comentarios:

Publicar un comentario