amor que engendra memorias de viejas edades
de antiguos terrores o de pájaros que morían
quemados en el viento, arañazos el paisaje
que a la luz de las hojas trepidantes adivines
de qué cenizas estuvo hecho el fuego
que devoró culturas más antiguas que la sangre
quiero llevarte a vivir conmigo en esta tierra
donde las voces perduran en babas ardientes
y los muertos vuelven para bailar en las calles
que el hijo de tu sangre exhale toda la lluvia
y que la libertad entonces nos desnude la boca
porque ya no parpadee sino la América invertida
y esas levaduras del acero y la pólvora se pudran
y crezcan en su lugar tu casa y mi casa
los perros andarán enceguecidos de tanta furia
y bailaremos desnudos con nuestros muertos alegres
solo queremos un rostro profundo de pan o cebolla
arder de dicha, llorar de madera, amar de todos modos/