yo sabré tu belleza, sabré los objetos que dejás
a un lado de la cama, conoceré el libro que lees
la tierra que pisas, la luna que pasas
aprenderé poco a poco a medir tus silencios
sabrás un día leer mis manos mejor que yo
amarás lo azul en mí, tocarás con la uña mis vacilaciones
nos iremos acomodando poco a poco
yo sabré de pronto el nombre de todas tus mascotas
te reconoceré en viejas fotografías
miraré de reojo el papel en blanco donde sueñas
la tarde gris en que es mejor dejarte sola
porque sabré también que no tengo siempre a mano
la palabra justa o el gesto apropiado para alegrarte
pero me harás feliz y te haré feliz de todos modos
iremos poco a poco pareciéndonos y entre tanto
tal vez la lluvia no nos incomode y puedas mirarme
ya sabiendo que el amor aprieta y ahorca y resucita
pero para entonces ya sabré tus memorias y tus guerras
y habrás hecho de mis puertas todas tus cerraduras/
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