amo la alegría de los alegres
de los que pasan y sonríen 
porque sí
porque pisaron una baldosa
y salpicaron sus pantalones
y amo también a los apesadumbrados
qué va
uno no tiene la culpa del humor
que le vino en suerte
en el reparto universal de las almas
y vamos lidiando
con la vida
desde la alegría
o desde la tristeza
aplaudo de pie a los alegres
que nos traen con el alba
los olores del pan
pero aplaudo también 
a los melancólicos
porque ellos descubrieron
que la lluvia sale después del sol
y que el amor tiene dos caras
una para que rías
otra para que lluevas,
uno pertenece a los dos grupos
y sin duda alguna 
no se sacan ventajas 
los alegres tienen siempre a mano
una excusa para la alegría
los melancólicos tienen de su lado
el no asombrarse cuando la vida
anda oliendo a perro mojado/

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