pasé por el correo
a buscar mi caja con libros.
pesaba como si dentro hubiera un potrillo.
había 150 novelas.
salí cojeando a la vereda
no tenía plata para el taxi,
entonces me dije
ánimo
ánimo
vas a llegar a la casa.
pero pesaba como si dentro hubiera una
niña dormida.
ánimo falta menos.
peor la pasan los viejos que duermen en
la calle.
peor la pasan los gitanitos que andan
roñando mocos, vendiendo patalinas.
ánimo me dije ánimo.
se me doblaban las rodillas.
aunque nadie te reconozca
sos un miserable escritor de latinoamérica,
te pesan los huevos y los libros,
ánimo me decía, hay gente que chupa una cebolla,
hay mujeres quebradas en prostíbulos,
a vos lo único que te pasa es el peso de
una caja con libros, marmota, hermano mío,
hay que vender los libros
hay que pagarle al editor
hay que mandar libros al Chaco y a Buenos Aires,
me sudaban las axilas como hipopótamos en el desierto.
podría tomar 700 horas en colegios
y vivir más cómodamente
pero ánimo me dije ánimo
te estás quejando como un estúpido,
al fin y al cabo, nadie dijo que sería sencillo
nadie dijo nada.
ya voy a ganarme la lotería
algún día
y pondré un centro cultural tan grande
con comedor para que coman los hambrientos
ánimo me decía con las rodillas dobladas.
es una caja, mariquita, una simple caja con
150 novelas/

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