cavar el silencio.
dejar caer el tabaco de la lengua.
hundir el corazón -tal si fuera el
hocico oloroso de un caballo- en
una madriguera de almejas recién
perpetradas por las sales del
atlántico. manosear la boca de
la tristeza, quitarnos de encima el
canario dentado que nos cruza el
día. cavar el silencio. por una vez en
la vida ventilar los barcos que somos,
recoger las velas, desnudar las proas,
hacernos mar/

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