el poeta es un pobre tipo.
anda harapiento diciendo cosas superfluas
o de punta en blanco diciendo cosas superfluas

en su lecho de muerte dirá cosas superfluas
hasta en la cara de Dios dirá cosas superfluas el poeta


mirá el río y dice cosas superfluas
se habla de política y dice cosas superfluas

hace silencio y su silencio es superfluo

termina de hacer el amor
y dice cosas superfluas

ve cómo reprimen al pueblo
y él dice cosas superfluas

ve morir a sus padres
y escribe cosas superfluas.

en reuniones familiares ya se sabe
que el poeta de la familia dirá estupideces
más aún si anda alegre
de vino o de cerveza.

que el poeta es un pobre tipo es una verdad insoslayable,
una tautología casi
y viceversa.

pero quién en el andrajoso cosmos
le hace entender al susodicho
que dice superfluidades que hacen reír a las aves
y a otras tantas gallinas
incluidos los abejorros, por supuesto.