tengo un par de zapatos
de negro cuero
que mi madre me regaló hace unos años
y que ya lleva varias entradas al quirófano
y cada doctor zapatero recomienda tirarlos
"con lo que te sale el arreglo te llevás unos nuevos"
qué sabrán, digo yo, de zapatos estos doctos caballeros,
no se dan cuanta acaso
que tienen estos zapatos
pedazos de vida pegados en el cuero.
que son toros negros, negros caballos, palomas negras!
"no, mejor, los arreglo" digo y me quedo callado.
tienen tantos remiendos que parecen
el experimento de un zapatero medio endiablado.
pero siguen conmigo el camino y los recodos.
y cuando me duermo abro un ojo y los observo
descansar en silencio al costado de mi cama.
soñarán, acaso soñarán, que son pájaros negros
mordiendo la suela del cielo y regresando luego
a cantar en el alféizar de mi ventana/

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