no sabríamos decir cómo
ni cuándo
pero es evidente que el mundo
ha dejado de girar.
observemos las estatuas:
por ellas ya no se desliza el sol.
observemos la cola de los perros:
algo en ellas no está bien.
signos silenciosos nos alertan
pero andamos de día en día
preocupados por el mañana.
observad siquiera el caso de los caballos
la nariz de las mujeres que bostezan
los tendidos de cables telefónicos
el ulular gelatinoso del viento
la columna vertebral de una mariposa
el seno y el coseno de una mujer dormida
el extraño sonido de los trenes
la ropa que cuelga del tendedero
la ceniza querida de nuestros ancestros
los ojos extraviados de las palomas.
el amor con que miran los hipopótamos
aun presos en los zoológicos del mundo.
no sabríamos decir cómo ni cuándo
pero es harto evidente que el mundo
ha dejado de girar/

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