Berisso en los noventa/

cuenta Silvia que hace unos años
en la Berisso del Plata
ciudad de metales y astilleros
de matecocido y tostadas
de puertos y de mujeres tejedoras
de niñas y de niños de escuela
de hombres que andan al alba
con ropa de fajina y cigarro en la boca,
cuenta Silvia que hace unos años
las almacenes de aquellos barrios
tenían estantes tan tristes
como los ojos tristes de los dependientes
que por góndola había dos o tres latitas
de arvejas o de tomates,
que la Berisso de casas hechas de chapa y sudor
estaba hundida en el rigor de la desesperanza.
dos latitas de arvejas cubiertas por el polvo de
la rabia, eso cuenta Silvia.
yo solamente vuelvo a contarlo
porque de esas cosas
debemos acordarnos como de nuestros amigos.
la Berisso de los noventa
cuando por almacén no había
sino peras podridas
y dos latitas de arvejas/

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