del otro lado/

apoyó la oreja
cerró los ojos y aguzó el oído.
del otro lado la joven pareja hablaba,
habían apoyado algo sobre la mesa
una bolsa con naranjas?
el periódico junto a las llaves?
media docena de libros?
pronto él tiraría la cadena del baño
ella encendería un sahumerio.
había aprendido a distinguir los pasos de uno y otro.
los seguía por la casa, de habitación a habitación,
lo favorecía el hecho de que siempre andaban juntos.
esperaba ávido la hora de la cena:
entonces él acercaba a la pared la mesa y una silla
y comía junto a ellos. no probaba bocado hasta sentir que
del otro lado alguien había trozado un pan
o masticaba con fruición un pedazo de carne. recién ahí
él comenzaba a cenar.
el olor de los preparativos previos le permitía inferir
cuál sería el menú
entonces él desesperadamente aceleraba la preparación
de la misma comida.
acabada la cena, la joven pareja miraba un  rato televisión,
él los acompañaba sintonizando el mismo programa
intentaba reír de los mismos chistes.
empezó a fumar por ellos.
empezó a escuchar The Who por ellos.
cuando discutían él se mordía los nudillos con fuerza y rezaba.
mientras hacían el amor él se acuclillaba junto a la pared que
daba a la habitación de la joven pareja y lloraba en silencio
sin tristeza, sin odio, sin amor, lloraba como lloraría un místico.
cuando el silencio se imponía del otro lado de la pared
él apagaba la luz
y se dormía retorcido sobre la alfombra
chupando su pulgar/

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