debajo suyo los árboles estiran hacia ella sus pescuezos.
una jauría se desarma en ladridos en medio de la calle,
dentro de la habitación oscura
el fantasma de mi madre ordena
mis camisas
tiende mi cama
echa perfumina sobre las sábanas celestes
déjalo así, Madre, ya no te ocupes
ven aquí conmigo
necesito dialogar con alguien
toma una silla
fumemos un cigarrillo
cuéntame qué ha sido de tu vida
después de tu muerte
ella sale del cuarto
con un par de medias en las manos
las deja sobre el respaldo de la silla
la corre
se sienta
y me sonríe
nos quedamos en silencio fumando un cigarrillo
miro sus cabellos
su boca
está intacta
el tiempo dentro de la casa es una mariposa sin miedo
la noche deja caer su cuero oscuro sobre las ventanas,
los perros se muerden las colas y lloran
yo tomo la mano de mi madre entre las mías
sonreímos
mientras la Tierra gira imperturbable sobre el universo/
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