voy a soltar mis manos en el aire.
las veré alegres remontar el vuelo.
se unirán a una bandada de gorriones
se irán lejos a vivir en otro lado
lejos de mí 
llegará un día en que no me recuerden ya
les crecerán alas y picos dorados
en la rama de algún árbol que desconoceré
harán su casa, colgarán cuadros, harán su comida,
conversarán sobre la cornisa de algún edificio
esquivarán la piedra que un niño les arroje
beberán en la fuente pública de una plaza,
se casarán, tendrán hijos, envejecerán juntas
la lluvia, el viento, conocerán sus temores,
sus alegrías más oscuras, sus luminosas plegarias,
no recordarán que alguna vez hemos marchado juntos
bajo un enorme sol de otoño,
mis manos escribirán sobre la corteza del tiempo
el nombre de una mujer, dibujarán una campana
y yo habré vivido feliz, para ese entonces,
un crepúsculo azul ahuyentará el olor de las derrotas/

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