tendré que aceptar.
tendré que aprender a vivir en este bosque.
aprender a cazar, a cuidarme de las fieras,
deberé saber elegir los árboles donde dormir
los claros donde rezar
deberá aprender el idioma de los pájaros
tendré que aceptar el río que me atraviesa
la piedra que se desliza bajo mis huesos
el follaje que me crece en el alma
la lluvia que golpea mi rostro.
tendré que aprender a vivir en este bosque
donde las sombras andan esquivando mi nombre
trayendo hojas que el tiempo corrompe
devorando luces, no queda una palabra
que sirva para encender la noche,
acepto este bosque silencioso.
de todos modos nosotros también formamos parte del paisaje/