memorándum/

es odioso y, sin embargo, no puedo con eso.
todo comenzó una fría mañana de invierno.
ella traía una boina de lana y un par de anteojos
tenía los ojos grandes y era pequeña
parecía que uno podía llevarla en el bolsillo del
pantalón vaquero. nos encontramos en un Pasaje
y preguntó si podía abrazarme y yo dije "sí, claro"
y nos fuimos a tomar un café
y hablamos de literatura
yo llevaba el pelo largo y la mirada un poco más triste
que de costumbre, mi vida no era, no es
precisamente alegre
de hecho no soy un hombre esencialmente alegre
pero en eso no mentí nunca. necesito a veces un
espacio tan grande como el mundo para poder moverme
y otras veces debo quedarme sentado porque
el lugar que me circunda se vuelve de pronto extraño
y ajeno. es odioso y, no obstante, llevo conmigo todo eso:
aquella mañana en que besé su boca por primera vez
aquella tarde en que me negó un abrazo por última vez.
yo cometí errores y ella también cometió errores,
ahora habrá que aprender a borrar con el codo lo que
construimos con el alma. es odioso y, sin embargo,
no puedo dejar de escucharla hablar como un loro
en la mañana temprano.
llevaré su recuerdo en la caspa de mi cabello
en la suciedad de mis orejas, en las manos lo llevaré.
y un pájaro preguntará si la he visto y yo responderé
que no, que no, no, claro que no/

Romualdo L. Jáurensen (Perú, 1973- 2011)

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