uno es el resultado de las decisiones que toma.
pero qué sucede
cuando son los resultados
quienes lo toman a uno
como decisión.

ahí la cosa cambia.
ahí se vuelve gangoso el asunto.

entonces uno tiene libre albedrío de gritar:
no quiero ser mojado con ese agua!
oh, no quiero ser golpeado con esa vara!

los hados, los destinos, las tejedoras, las lavanderas,
los cortesanos, las hijas del boticario, las palomas,
los renacuajos, Dios o los Dioses, el universo conspirativo
o la simple y vulgar derrota, o el estar sencillamente
en el lugar justo, a la hora justa, en el amor señalado.

donde dice amor léase río de caudal frondoso
léase piedra, luna, mantis religiosa, léase nabucodonosor,
jilguero rumano, mujer desnuda, lluvia que me diste tanto.

uno es la decisión del resultado que toma
a no ser, claro, que alguien sonría, nos abra la puerta
y nos diga bienvenido/






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