los maestros cantores de Nurenberg
antes de subir a escena
orinan las macetas del teatro en que actúan
tocan el seno y coseno del escote escandinavo más rosa
si la mariposa protesta, los maestros cantores de Nurenberg
simplemente sonríen y son disculpados
porque fama es su adicción a las cábalas
a las nomenclaturas brujas de las cosas, jamás
suben a escena sin haber previamente oído el mar
para ello el representante de los maestros cantores de Nurenberg
lleva siempre consigo en la parte interina del abrigo
un caracol que ellos sucesivamente apoyan en sus oídos
y sonríen silenciosos y satisfechos
con los ojillos cerrados imaginando la ola brava, la
espuma esperma, el verde almidón del agua, se dan la
mano entre ellos con la seriedad de un juez de la nación
y entonces sí, pisan el escenario y las damas y los
caballeros se despellejan las manos y los pies aplaudiendo a
los maestros cantores de Nurenberg/


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