qué sucedería si al abrir una novela policial, 
en mitad de la noche,
cayera de entre sus páginas 
el cadáver de la víctima.

qué haríamos nosotros con ese cuerpo
pronto la bonaerense estaría olfateándolo 
traerían perros
traerían policías de civil con olfato de incivilizados 

entonces qué haríamos con el cuerpo
dónde ocultamos el cadáver para que nadie sospeche
para que no nos jorobe nadie
ni el vecino que sufre de insomnios
ni el camión de la basura que pasa tan tarde
a recoger las sobras del vivir cotidiano

qué cornos hacemos con el cadáver tan nuestro
cuántas veces le metiste la cuchilla en los flancos
cuántas veces le habré disparado para dejarlo tan flojito

no llorés porque vamos a levantar sospechas
y a la gente le fascina que uno levante sospechas
porque a veces viven una vida tan insospechada
que se regocijan en los muertitos ajenos

yo, por lo pronto, voy a dejar a un lado las novelas policiales
no vaya a ser cosa que suceda
que abra el libro
y una mano ensangrentada caiga al suelo
mientras intentamos dar vuelta la página/

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