ya no habrá dolor porque no habrá mar
porque la arteria biológica del mundo ya no arderá
y no habrá un pájaro ya nunca
ni una piedra ni un río
ni un apéndice de bosque
ni crepitará una rama
no habrá una sola mariposa ni una sola rosa ni un color
nada dolerá porque no habrá sobrevivido nada
volveremos a habitar en los desiertos
con las bocas abiertas aguardaremos el puño de la lluvia
no habrá dolor porque no habrá lenguaje para nombrarlo,
ni una casa ni un árbol,
no quedará una ceniza que recuerde el hueso rojo donde
saltó la alegría
cuando intentemos recordar no habrá memoria.
los corazones andarán por la tierra buscando la sombra
de un cactus, una puerta secreta, un indicio de vida/

No hay comentarios:

Publicar un comentario