nos queda la noche
siempre nos quedará la noche
la ingenua, triste, impenetrable noche
cerca de la casa corre un arroyo
animales nocturnos lo habitan
sapos croan en su destilería silenciosa
la noche, la inverosímil, austera, ronca noche lo cubre
le da su pecho antiguo, invulnerable, rabioso
nubes cromadas andan en puntas de pie
se derrumba de vez en cuando un pájaro
que deja su trino lúdico sobre los ramajes
siempre la noche y su vana arteria de labiales
su negra boca donde el viento clava rojos crucifijos
dónde empieza tu cuerpo, Noche, te interpelo, Noche
dónde acaba el plomizo ardid de tus silencios
en qué valle o bulevar secreto se desvanece tu
ortografía de estrellas que se mueren sin que el ojo de
un niño las solloce, y la alegría, la íntima y lúcida alegría
de saber que mañana no estarás muerta, Noche, que
mañana volveremos a ser, otra vez, grillos, caballos,
picaportes que gritan en la aurora/