acordate de la libélula.
pintá en algún paredón la frase:
"siempre que paró volvió a llover más fuerte"
repetí una y mil veces no debo.
sobre todo no te olvides de la palabra trémula
del color naranja
del escozor que producen los silencios cuando germinan.
llevá en algún bolsillo una nota que rescate el horario de los trenes
porque nunca se sabe cuando Dios escarchará las calles.
y por si acaso memorizate la patente del pájaro que
te llevó por delante cuando andabas mirando la botella lunar.
recogé tus dedos uno por uno.
dormí desnudo aprovechando el zumbido de las puertas.
mas sobre todo, Topo, Glaciar, Pan con Dulce o como quieras
llamarte, acordate, siempre acordate
de la libélula/

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