hoy partirá el tren a las 19:40 hs.
ese dato pertenece a la realidad.
si aceptamos la premisa de que la realidad no existe.
como no existen los trenes
ni los relojes
ni los conejos azules.
casi puedo oler las ruedas aceradas sin embargo.
puedo tocar el cuero del asiento y sentirme feliz por eso.
puedo sentir en mi estómago
el hervido café que voy a tomarme
mientras afuera el paisaje va devorando postes de teléfono.
quién no se ha sentido aliviado o entretenido
contando los postes de luz que la civilización clavó
como mudos cristos
al costado de los ferrocarriles. a las 19:40 hs.
hs es la abreviación de horas, ese dato estúpido
imberbe o demoníaco que nos sustrae al tiempo y sus
lamentaciones. tengo una T mayúscula clavada en
los grifos. de noche un tren estará cruzando la
ciudad de Buenos Aires. en ese mismo momento
una ballena estará pariendo la historia en un oscuro
precipicio del Atlántico/