si nos paramos detrás de las palabras
nos damos cuenta
que allí
no hay nada
a no ser un cantón
un desierto bravo y lujurioso
una hembra a punto de extirparle las pezuñas al amor
un niño corriendo su barrilete tras los arbustos
una rosa depilándose las espinas
un boxeador intentando orinar con los guantes puestos
una caterva de andrajosos indocumentados
una curva peligrosa no señalizada
una paloma devorándose una hormiga
un pote de dulce de leche cerrado por duelo
cuatrocientos aviones israelíes a punto de vomitar palestinos
un riñón
dos intestinos
medio kilo de asado
un vaso con vino
un amigo
los ojos abiertos de mi madre por última vez en la tierra/

No hay comentarios:

Publicar un comentario