tomamos el día
y las piedras del día
tomamos con los ojos cerrados los picaportes
sacudimos las ventanas
detrás de nosotros venían los puentes los paisajes
todo nos seguía
nada era parte
dejamos sobre la mesa las latas los fiambres
tenías -lo recuerdo- una silla desvencijada en la boca
quise que durmieras esa noche sobre mi lengua
corrimos hacia el fondo de la casa los muebles
recogimos las cortinas
tomamos el día como se toma un guante
salimos abrazados a encontrar
vaya uno a saber qué lluvia
vaya uno a saber dónde
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