al dorso de la mujer que amo
hay un sello de correo
en la esquina de la mujer que amo hay un buzón para mis manos
una parada de ómnibus para mis pies cansados
un hostel para mis sueños
abajo a la izquierda de la susodicha hay la tristeza en desuso
hay la dicha a mano armada
hay el casino donde nunca pierdo una moneda y gano toda la vida
al costado arriba de la mentada hay la primera dama de la locura
al centro de la que ya sabés hay la miel que fabrica abejas
hay la orden de compras por un mundo más lindo
al precipicio de la mujer que amo hay el principio del después 
si le miro los pies una antorcha se autoflagela en mi carne
andar su mano en la vereda es mi honoris causa/

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