subo los setenta y cinco mil escalones
de la facultad de La Plata/ aún no me he recibido
es el año 2000. el año del futuro.
aunque pasen las décadas el 2000 seguirá siendo el año del futuro.
tengo la piel tersa
me brilla la frente como una tuerca de zinc.
subo los infinitos peldaños sin recibir la muerte.
ella está más adelante
en algún salón donde todavía no he cursado.
donde aún se está tramando/ incompleta, aún torpe y triste.
hasta entonces la palabra será el signo necesario.
la desnuda necesidad de llamar a mi padre por su no nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario