Raymond Carver/

puede gustarte todo
hasta lo que no te gusta
podés acostumbrarte a todo
también a las sorpresas
vaciar tu alma de contenido sulfúrico
meter los ojos en hojas de menta
respirar profundamente
puede saberte a miel las despedidas
los desencuentros
pasar por la puerta de una iglesia anglicana
bajar el vidrio de tu automóvil y escupir
en el nombre del padre
y del hijo
y de la mujer que ya no amás
pero que te costó los últimos veinte años
de tu vida
de la vida en general
de eso que llaman excesos en particular

puede gustarte
hasta agradarte te diría
la lluvia golpeándote la cara en la avenida
mientras intentás en vano
encender el primer pucho de la noche/

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