el amor  llega sin pedir permiso
sin pasaporte sin documento
sonríe ante las cámaras de seguridad
se sienta a la mesa
se arremanga
toma el pan lo reparte
sirve el vino en vasos iguales
brinda por cuanta cosa que respire
por cuanta piedra o musgo haya
se ríe a carcajadas el amor
pero también se pone serio
cuando hay que contar las rodajas
porque se le hace imprescindible
que cada quien tenga
su pedacito de algo
llega este forajido de todas partes
trayendo pájaros y patrias
repartiendo besos y consignas
dando golpes de tambor en la esperanza
llega con las manos revoltosas
con la boca llena llega sin pedir permiso
sin pasaporte y se acomoda en la cama
y cualquier casa es entonces una trinchera
desde donde se sale al mundo
empuñando el alma/

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