el amor una vez a esta hora
te hacía preguntas
que vos no eras capaz de responder
una vez el amor a esta hora en esta misma esquina
dejaba caer su remera del Indio Solari a un costado
de la cornisa
de la tumba vacía de tu madre
de la utopía infinitesimal de la linternatura
que sería algo así como no sé nada
pero no te importaba salir desnuda a mojarte
en la fría nevada de diciembre
allí
donde un beso te abría las ventanas de la boca
y entraban en tu alma todas las ranas de Aristófanes
entraban todas las vestiduras de Rigoberta
entraban y salían todos los ómnibus de larga distancia
el amor a esta hora en esta lágrima
justamente cuando tu corazón se extendía de manos
abiertas
el señor que se paseaba con un paraguas amarillo
que se paseaba bajo el balcón del boticario ciego
el señor del paraguas amarillo
te buscaba también
con propia lluvia
con propia humorada de rabioso intelectual que pide
a gritos ser señalado como el matador oficial del poema
no te importa nada de todo esto
lo sé
lo sabrás
pero no será cierto eso de que estamos a punto de
responder la misma pregunta que nunca formulamos
el una vez amor hora esta en que miraste sin mirar
me borrica dulzura/

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