entonces se quedaron tus ojos afilando en el crepúsculo
los lejanos barcos donde los hombres del mar
hunden sus redes en las entrañas del tiempo
y traen a la tierra
y dejan sobre los puertos
los olores profundos
los nombres que tienen desteñidas sus lenguas
y no pueden sino pisar con la lengua
las increíbles escamas que el amor echa 
al corazón de los pescadores.
tu ternura croa en esta luna que nos devora/  

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