confunden a veces sus balcones colgantes.
pero es de carne y es de huesos
despista su flora atravesando las calles
su nariz caminando en el lomo triangular de las ovejas
la voz de la otra orilla
el aliento a pastillas de limón.
en cualquier caso es una mujer de alquitrán
basta sacudirla al viento para que estallen los aviones,
si la miro desnudarse frente a los escaparates de la lluvia
se doblan en mi cuerpo las canillas
pierden su longevidad las lechuzas del Orohaillún,
es en el peor de los casos una boca una cama
si toco el precipicio mudo de su sexo en calma
se devoran entre sí las bestias de la melancolía
y aunque parezca mentira a esta hora en esta furia
en cualquier caso apoya un dedo en el día
y tanto puede traer una multitud de viejos espantos
como el corazón de un pájaro chorreando luz/
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