para crear la poesía
hace falta que la palabra
no interfiera en absoluto,
una poesía hecha de palabras
nunca es buena
más bien debiésemos crear
o creer
mejor dicho
una poesía construida a partir de
partes humanas
tomar de aquella mujer las manos
tomar de este niño los riñones
de aquel hombre su caminar lento y delgado
tomar del pájaro los ojos con que escudriña
desde la rama del árbol las tormentas
que noviembre implacable devuelve
sobre las grises vocales del inaudito hueso
con que el mundo empieza a llorar
textos más transparentes que la tela
de una anónima araña, porque para crear
o mejor dicho
creer la poesía
las palabras a veces estorban
como viejos trastos en medio de la casa
de la pequeña casa que habitamos
en el aún más breve instante que somos,
digamos que para creer la poesía
nos hacen falta malos poetas
y buenos hombres/

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