hay que permanecer feliz
aunque el amor haya dado un portazo
la consigna es permanecer feliz
no importa cuantas cabezas rueden
hay que permanecer feliz
y si el alma duele con su arquitectónica lentitud
debemos decapitarla
porque no importa el alma
lo que interesa es permanecer feliz
a como dé lugar
hay que cortarse en pedacitos entonces
no importa, tenemos viente dedos
dos testículos
dos orejas
una lengua
tenemos miles y miles de cabellos
cercenémonos la nariz si es necesario
hay que permanecer feliz
de otra manera la vida se nos vendrá encima
como un camión nos pasará por encima
por estarle haciendo dedo a la tristeza/

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