ella venía conmigo
dejaba sobre el pasto un delantal de colores
dejaba sus puentes, la vocal de las moscas
echaba runas a la suerte de los animales
domesticaba el aire falso de las señales terrestres
si apoyaba un libro en mis párpados qué alegría
qué terrible alegría si de pronto se llenaba la boca de juegos
que se le iban de diente en diente
buscando aparcar bajo la hélice rosa de mis años
venía o ese dedo que señala un vacuo papel de obleas
es tan solo tan tarde apenas ella venía conmigo
del arroyo salían llamadas telefónicas
de mis pies le tocaba un ala
si pateaba un cajón de mandarinas también era hermosa/

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