no sé por qué me hacés esto.
tres ramas de árbol asomaban a su boca.
junto a la mesa Alfa lloraba verde de vergüenza
el Coco se encogió de hombros y se marchó
por la hendidura de una ventana,
lo hago porque es mi natural carácter
pensó, mientras caminaba bajo la noche de agosto.
en cada una de sus articulaciones dolían las vocales
a veces, el Coco, busca compañía
ya no habrá almas caritativas
ni caricias de abuela en su mesa de noche/

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