es inútil
sin embargo
de qué otro modo seríamos capaces
de acudir con la equidistante palabra
a subsanar con emporios de alabastros
los retorcijones de conciencia
que la lluvia desposa sobre el tinglado abyecto
con que el amor se cubre de la furia cósmica 
del emancipado atardecer del invierno
o del velo sesgoso con que Dios, a veces,
salta a la soga de los enamorados. No.
sin embargo
oír tus ojos abriéndose en la madrugada 
cuando los almacenes y las farmacias y los cementerios
no son sino gatos pardos dormidos como bolsas de cartón
bajo el húmedo ulular de las estrellas parias. 
y el amor anda dando vueltas de carrusel por tus manos
y sin embargo este vaso, estas ansias,
no serían suficientes si no tuviera en la cornisa de mi lengua
el punto suspensivo de tu sexo, la mampostería acústica
con que tu memoria golpea hasta morir 
las cuerdas vocales de mi alegría/

No hay comentarios:

Publicar un comentario