ella tiene a cada lado de
su corazón una balsa que oscila en
la tarde, cuando todos los sombreros hacen
su siesta de sapo en las cornisas y diagraman
en círculos verticales la memoria o esa parte
de su boca reservada al mar
no sabré vivir o morir con ella
ni sobre ella
o a través de ella, cuando a ambos lados de
mi corazón enciende con golpes de lluvia
una chispa que la nombra
en el momento inexacto de perderla y
encontrarla más hermosa todavía
aún más mía contra la rabia de nombrarla
cuando se apaga encendida su oscura luz entre
mis manos/ 

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